miércoles, 25 de agosto de 2021

Biografía

 

Kurt Tucholsky nació en Berlín en 1890 en el seno de una familia tradicional judía. Su niñez quedó impregnada de los paisajes costeros de la ciudad portuaria de Stettin, de las extensas planicies del interior y del Plattdeutsch, el bajo alemán que escuchaba en boca de la familia paterna.

Kurt fue, en el instituto, un joven convencido de su superioridad. Leía los periódicos de la izquierda radical, a Rousseau y a otros autores sospechosos de subversión. Fue un inadaptado del que sus compañeros se reían con frecuencia y cuyos profesores apenas podían mantener bajo control. Se quejaba de que el sistema educativo no les hubiera enseñado nada, “ni a pensar correctamente, ni a observar y actuar correctamente, ni a trabajar correctamente”. Mientras tanto, en su casa cada libro adquirido era celebrado como si se tratara de la conmemoración de un gran festejo.

Con la herencia que le había dejado su padre se matriculó en la universidad de Berlín en 1909 para estudiar la carrera de derecho. En 1911 publicó sus primeros artículos, donde fueron despuntando dos temas que no pudo abandonar hasta su muerte: el ejército y la guerra. En 1912 escribió además una narración corta de notable éxito: Rheinsberg. Se convirtió, además, en uno de los críticos literarios más reconocidos de la República de Weimar.

Como oficial y director de un periódico castrense, se adaptó de manera oportunista a la guerra, considerándola como “una etapa agradable”, “una hermosa guerra” donde no tuvo mucho que hacer. Al terminar comenzó a trabajar en varios proyectos de organizaciones que lucharon activamente contra el conflicto. Fue, junto con Carl von Ossietzky y Albert Einstein, uno de los socios fundadores de la Liga Alemana para los Derechos Humanos que promovió el movimiento Nie-Wieder-Kreig (Nunca-Más-Guerra) que llegó a congregar cientos de miles de personas en algunas de sus manifestaciones.

Tucholsky se entregó entonces a la escritura en todas sus formas: lo mismo daba si era por medio de un artículo, que de poesías, glosas, caricaturas o recensiones de libros y obras de teatro. En ellos Tucholsky alertaba una y otra vez de la corrupción entre jueces, de una justicia elitista y del peligro que suponía un ejército enquistado en sus principios nacionalistas y reaccionarios. Su humor punzante y su lenguaje descarnado hacían el resto.


La crisis de 1923 –la inflación no cesaba de crecer y para finales de año el dólar se cambiaba por 65.000 millones de marcos de papel– le obligó a tomar el camino de París para trabajar como corresponsal. Es allí donde escribe, después de tomarse unas vacaciones en el Pirineo, Un libro pirenaico, un libro de viajes inusual, donde incide más en el paisaje humano que en el agreste y montaraz de la montaña.

En 1929 parte definitivamente hacia el exilio sueco, después de publicar Deutschland, Deutschland über alles (Alemania por encima de todo), una sátira que sentó como un tiro en las entrañas del NSDAP, el partido político de Hitler. El director de su periódico, el hamburgués Karl von Ossietzky, tuvo que lidiar con las críticas que producían sus artículos, pero fue absuelto en un juicio por uno de Tucholsky. La quema intencionada del Reichstag le sirvió a Hitler como un estímulo para organizar una campaña masiva de arrestos y Ossietzky acabó con sus huesos en la cárcel. “Se me ha congelado hasta la polémica y la sátira”, manifestó Tucholsky.

Después de andar varios años con problemas respiratorios que no conseguía superar y que le impedían rendir de una manera digna en su trabajo diario, los últimos años de su vida los dedicó al único tema que ya le obsesionaba: el reconocimiento de Ossietzky como Nobel de la Paz. El 21 de diciembre de 1935 su secretaria lo encontró inconsciente en su despacho y fue inmediatamente ingresado en una clínica donde murió poco antes de la 10 de la noche. En 1936, un año después de la muerte de Tucholsky, le concedieron el Premio Nobel de la Paz al todavía preso Carl von Ossietzky, que murió un par de años más tarde como consecuencia de las enfermedades adquiridas en ella.


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